Será el primer glider de este estilo en Chile y desplegado en Antártica. Potenciará una nueva línea de investigación asociada al monitoreo del oceáno Austral en tiempo real.
Chile es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, un fenómeno que afecta de manera importante a los sectores subantárticos y antárticos, además de impactar fuertemente a los múltiples servicios ecosistémicos que están asociados a las pesquerías, al turismo y a la conservación de nuestro patrimonio natural.
Bajo esta premisa, el Instituto Antártico Chileno (INACH) y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) colaboraron para elaborar una propuesta de adquisición de un planeador submarino autónomo no tripulado (glider) en el XI Concurso de Equipamiento Científico y Tecnológico Mediano FONDEQUIP, de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). En este llamado se evaluaron 152 proyectos de todo Chile, de los cuales 28 resultaron adjudicados; dentro de estas propuestas aceptadas se encuentra el proyecto del glider.
Este moderno equipo oceanográfico tiene una dimensión de 2,5 metros de largo y 0,5 metros de ancho con un peso estimado de 70 kg y son capaces de descender hasta mil metros en la columna de agua, realizan varios ciclos de ascenso y descenso y pueden tener una autonomía de uno a tres meses. Puede ser desplegado desde un bote zodiac en condiciones de oleaje fuerte, disminuyendo el tiempo de uso de barcos.
Este equipo permitirá a los científicos monitorear las condiciones oceanográficas, las masas de agua y su relación con las floraciones algales nocivas (conocidas por su sigla FAN), además de identificar la influencia del derretimiento glaciar en la estratificación de la columna de agua y proporcionar datos de alta resolución para validar o refinar modelos predictivos del acoplamiento océano-atmósfera. También monitoreará áreas de productividad marina que han sido identificadas como prioritarias para la alimentación de depredadores naturales y a su vez para el manejo y planificación espacial de actividades pesqueras junto al fortalecimiento de la oceanografía y docencia universitaria.
La iniciativa cuenta, además del INACH y el SHOA, con el respaldo de investigadores de diversas instituciones nacionales e internacionales como el Comité Oceanográfico Nacional (CONA), el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), la Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad de Concepción, la Universidad Austral de Chile, la Universidad de los Lagos, la Universidad de Magallanes, el Instituto Milenio Base e instituciones extranjeras como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, EE. UU.), la Universidad de Gotemburgo, el Instituto Polar Coreano (KOPRI), el Instituto Polar Noruego y el Sistema de Observación del Océano Austral (SOOS).
Chile cuenta con tres gliders operativos que se despliegan principalmente en la zona de surgencia norte y centro sur. Chile no ha desplegado gliders propios en Antártica, donde otros programas antárticos e instituciones como la NOAA de Estados Unidos poseen una flota de gliders que operan en la costa este-oeste norteamericana y algunos de los cuales son desplegados en Antártica para el monitoreo de las condiciones oceanográficas.
La investigadora del Departamento Científico del INACH, Dra. Lorena Rebolledo, señala que el glider con el especial arreglo de sensores que se adquirirá incluirá una sonda oceanográfica (CTD-O) para medir en tiempo real diferentes parámetros como la conductividad, temperatura, oxígeno, clorofila-a y turbidez, junto a un Perfilador de Corriente Doppler Acústico (ADCP) que se utiliza para medir corrientes.
"Será el primer glider de este estilo en Chile que será desplegado en Antártica, permitiendo potenciar una nueva línea de investigación asociada con el monitoreo del oceáno Austral en tiempo real por parte de Chile. Con la puesta en marcha del nuevo rompehielos Óscar Viel, que realizará su primera comisión antártica el año 2024-2025, permitirá el despliegue del glider junto a otros instrumentales oceanográficos en áreas remotas, potenciando e incrementando el desarrollo de la oceanografía en Antártica", expresa.
Francisco Santa Cruz, también investigador del INACH, agrega que este glider contribuirá a incrementar el conocimiento en sitios claves en Antártica asociados a la reproducción de pingüinos y otros predadores topes en la zona de las islas Shetland del Sur y los estrechos de Bransfield y de Gerlache, lugares donde existe agregaciones importantes del kril antártico.
Investigadoras e investigadores del Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN) están trabajando en la comprensión del océano Austral por medio de sensores oceanográficos adosados a focas junto a estudios ecológicos en aves terrestres y marinas a través del Programa de Áreas Marinas Protegidas de INACH. A esto se suma la implementación de estaciones meteorológicas en Antártica a través de otro programa institucional denominado Red de Sensores Latitudinales.
La información recolectada por el glider beneficiará a proyectos del área de la oceanografía biológica física y modelación numérica de procesos oceanográficos-atmósfericos, lo que irá en directo beneficio de investigadores y estudiantes de diversas universidades chilenas y extranjeras, e incrementará la cooperación y la comprensión de procesos claves que ocurren en el océano Austral tales como la transferencia de calor, la formación de masas de aguas y el derretimiento de glaciares en el margen occidental de la Antártica, una de las zonas del mundo más afectadas por el calentamiento global.
A su vez, la información recopilada cumplirá con los principios FAIR (sigla en inglés para Datos Encontrables, Accesibles, Interoperables y Reutilizables) y será compartida en repositorios nacionales y extranjeros como el SOOS.
El INACH es un organismo técnico del Ministerio de Relaciones Exteriores con plena autonomía en todo lo relacionado con asuntos antárticos de carácter científico, tecnológico y de difusión. El INACH cumple con la Política Antártica Nacional incentivando el desarrollo de la investigación de excelencia, participando efectivamente en el Sistema del Tratado Antártico y foros relacionados, fortaleciendo a Magallanes como puerta de entrada al Continente Blanco y realizando acciones de divulgación del conocimiento antártico en la ciudadanía.